Patología temporomandibular
El bruxismo es una patología que consiste en el hábito involuntario de apretar o rechinar las estructuras dentales sin propósitos funcionales y produciendo así el desgaste de los mismos.
Se puede dar por el día, aunque es más frecuente que se produzca por la noche durante el sueño. En la mayoría de los casos, la persona afectada no es consciente de este trastorno hasta que otra le advierte de ello, o el dentista le informa tras realizar una revisión dental rutinaria.
Suele aparecer a edad temprana y afecta en igual medida a hombres y mujeres, por el momento se desconoce el origen real de este problema, pero si sabemos que se trata de un hábito muy perjudicial que, en función de su frecuencia, puede provocar desgastes extremos y dolores musculares en mandíbula y articulación temporomandibular.
Además, el bruxismo puede provocar otros problemas como:
- Hipersensibilidad aguda. Cuando al rechinar los dientes en exceso, las piezas dentales se desgastan y astillan, llegando a romperse y produciendo dolor en la zona mandibular.
- Sensibilidad dental. Causado por frío, calor o los alimentos dulces.
- Irradiación del dolor. Sentiremos que el malestar se extiende a otras zonas produciendo dolor de cuello, oído o cabeza.
- Insomnio. Dificultad para conciliar el sueño a causa del dolor producido.
Corregirlo a tiempo, la mejor solución
Sino se pone remedio lo antes posible, el bruxismo suele desembocar en patologías o alteraciones articulares y en una disyunción maxilar que puede provocar trismo (síntoma que dificulta o limita la correcta apertura de la boca), e incluso, puede llegar a generar contracturas musculares.
Por lo tanto, definir un tratamiento adecuado a tiempo será sin duda la mejor solución, valorando las causas físicas y psicológicas que lo puedan estar provocando.
Estos tratamientos están principalmente orientados a reducir el rechinamiento de los dientes, prevenir el desgaste del esmalte, eliminar el dolor y evitar posibles daños permanentes en la mandíbula. En general, se distinguen dos tipos de tratamientos:
Férula de descarga
Especialmente cuando tratamos el bruxismo nocturno, se recomienda al paciente el uso de una férula de descarga. Se trata de una prótesis ajustada a la dentadura del paciente, que se colocará durante las horas de sueño.
Rehabilitación protésica
Cuando el bruxismo está muy avanzado y existe un importante desgaste dental, se recomienda rehabilitar protésicamente las piezas dentales con el fin de poder recuperar la posición articular idónea.
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